El último bailarín de Mao
Título original: Mao's Last Dancer.
Ano 2009.
País Australia.
Valoración: Buena.
Director Bruce Beresford
Guión Jan Sardi (Memorias: Cunxin Li)
Música Christopher Gordon
Fotografía Peter James
Reparto Bruce Greenwood, Kyle MacLachlan, Amanda Schull, Joan Chen, Chi Cao, Alice Parkinson
Género Drama Biográfico. Baile. Política
Otra que probablemente no llegará a las salas venezolanas. Ambientada durante la dictadura de Mao en la china revolucionaria, la película cuenta la azarosa vida de Li Cunxin, uno de los bailarines más famosos de la china del siglo XX. El autor recurre a la técnica del “flash back” para ir narrando el proceso seguido por Li desde que fue descubierto por los delegados culturales del partido comunista, en un apartado caserío rural, hasta su llegada a los EEUU dónde alcanza el estrellato.
En la cinta de Beresford se presentan las dificultades de cualquier espíritu sensible en una sociedad totalitaria. La burocracia China no hace ninguna concesión a las necesidades personales. Toda la vida de Li es diseñada desde su tierna infancia en función de las necesidades del partido. Hasta su viaje hacia los EEUU se hace en medio de un plan de propaganda para mostrar los “grandes logros” de la revolución cultural china.
Notorio es el momento en que Li decide quedarse en América para seguir desarrollando su arte. El férreo aparato estatal no escatima recursos de chantaje. La familia que ha quedado en suelo chino es lanzada al escarnio público para presionar el regreso del bailarín, pero esta familia mantiene su dignidad. El costo para Li es el destierro de por vida.
A mi modo de ver la película está bien lograda, además de entretener a los que nos gusta el arte del ballet también nos alerta sobre el drama de vivir en el abismo de la sociedad totalitaria.
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