martes, 19 de julio de 2011

El librero de Kabul

El librero de Kabul
Asne Seierstad
Valoración: Bueno












Es probable que el vendedor de libros Sultán Khan, un ciudadano común y corriente de Kabul en Afganistán, no imaginara que en algún momento él y su familia dejarían de ser unas de las tantas personas anónimas que andan por el mundo  para convertirse en tema de un libro que sería leído por muchos. Esas vidas dejaron el anonimato cuando la escritora noruega Asne Seierstad, en su interés por conocer la realidad afgana, decidió pasar unos cuantos meses conviviendo con Khan y su familia en la ciudad de Kabul a comienzos del siglo XXI.
De esa convivencia surgió el libro. Un relato novelado donde la palabra de Khan va recorriendo la historia reciente de  Afganistán, desde la invasión soviética hasta la caída del régimen talibán. Una historia dónde lo único que permanece estable es el horror y la incertidumbre.
 Notorio es el período de cinco años del régimen talibán. Cuesta creer que esos cinco años pertenezcan al final del siglo XX. Los talibán establecieron en Afganistán una forma de vida que pretendía remontar a los habitantes de ese país a la edad de piedra. Entre los contenidos del decreto de 16 puntos que impusieron para ser cumplidos por los afganos estaba la prohibición de volar papagayo, la prohibición de escuchar música, la prohibición de tocar tambor, la prohibición a las mujeres de andar por la calle sin el permiso del esposo. En fin, un conjunto de medidas para hacer la existencia lo más miserable posible.
Un asunto que llama mucho mi atención es cómo millones de personas son sometidas por una minoría. Es verdad que en el caso de los talibán es una minoría armada, pero aún así son sólo unos cuantos miles. Pero en definitiva el tema de rebelarse o no es mucho más complejo que una simple relación aritmética sobre quienes son más o menos. Parece que mientras que haya vida el tema de la calidad es secundario. Khan y su familia nos muestran que la capacidad humana  de adaptación es casi infinita. Ante las adversidades proceden a guardar paciencia, las asimilan y esperan que vengan tiempos mejores. Puede ser que ese sea un tipo de fe.
Casi todos mis libros los consigo en bibliotheka.org.

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